Abrir la ventana
con la avenida Elías vibrando dulcemente
en los pájaros que proyectan su fragilidad
como las hojas la nuestra
en los poemas que de verdad trinan
y se proyectan cuando se abre la ventana
y afuera está la avenida Elías
Un carromato o un esqueleto
o el parpadeo de un gato
que ya no tiene ganas de nada
Adoquines un estero
y mi corazón subiendo en picada
hacia la mazmorra del universo
Una calle sin salida
como metáfora subliminal
de la vida no salvaje
Pedazos de mi cuerpo
esparcidos en el aire
al comienzo de avenida Elías
Más arriba del ascensor
Más allá de la certidumbre