3 de agosto de 2015

Hermanos Vergara


Nos trituraron los sueños:
hoy reposan como flores
en la poza ojo de los hijos.
Nos quemaron las banderas:
hoy vuelven a flamear
como árboles nativos
entre los monocultivos.
Nos reventaron a bombas:
hoy somos bombas de semillas,
en tierra y conciencia.
Nos asesinaron:
pero seguimos pariendo hijos,
múltiples y bellos, iluminados,
con imperfecto perfil de bosque
surgiendo entre la maleza.