Comimos el último animal
y quemamos la casa.
El frío se batía en retirada.
En el monte agrupaban nubes,
justo en la zona donde enterramos
al viejo. Estuvimos todos.
Bebimos licor de uva, vino,
y sembramos sus semillas
en el viento. Nos cansamos
de ser cursis y nos retiramos,
concientes de la
lástima.