Sabes que me gustaría decirte acostémonos
llevarte en silencio a una cama tranquila
para entibiarla juntos,
juntos no pensar.
Descansando de nada, dejar los átomos
libres,
no pensar:
sin amor ni palabras
solamente sentir que estás ahí sin mentira,
estar juntos a sabiendas,
nadie de nadie porque nadie es de nadie.
Que mis manos se independicen y tu cuerpo diga que sí
(oxígeno alcanza para los dos).
Somos tan de agua
¿para qué pensar?
Tan transitorios somos
¿para qué palabras?
No perdamos el tiempo, ahora que todavía no nos amamos;
tómalo como experiencia, tú, tan científica,
te tomaré como pueda, resbaladiza del mundo.