Poesía
simplemente,
tomar nota de una transmutación,
acertar los números de nada,
no ganar nunca ningún premio,
solicitar constantemente empleo,
refrescarse en la pileta tarde en la noche
y ser detenido por carabineros en
estado de ebriedad; poesía simplemente,
lujuria en cajas de cartón,
el diario de vida de una modelo,
una petaquita que se baja manejando,
sobrio, entre Con-Cón y Quintero,
una noche tan estrellada como tus dientes.
Poesía simplemente,
beber con desgano el café de la mañana,
leer el diario con indiferencia,
apostar de vez en cuando
y llegar puntual al mostrador,
atención al público, entrega de boletos,
encomiendas, recados, dinero, mucho
dinero para saciar el veraneo nacional.
Poesía, simplemente.
Hurgar los destinos de mis pasos,
arrebolar la existencia
con algo más que lenguaje.
Quilpué, Marzo 2013.-