Todas las noches había rezo
Las velas encendidas en su amarillo silencio
Las sábanas manchadas de fantasma y cristo
Los ojos del crucificado en las buenas noches
Las rodillas del nazareno se me aparecían en pesadillas
Soñé un mundo sin cruces
Soñé una iglesia sin sangre
Soñé las rodillas de cristo
Reventadas por las piedras
En el nombre del padre
El hijo y el espíritu sacro
Las velas se apagan
La noche abre su fosa
El niño se estremece de terror
El cristo agoniza y no deja de mirarlo
(...)