un sueño de botes que suben escalera abajo
un sueño de nubes disfrazadas de cogoteros
un sueño de peces vagando por los inviernos
y brujos tatuados en las piedras de los callejones
La madrugada es Valparaíso en estado salvaje
la noche vistiéndose de día
El mar encierra en su vientre idiomas perdidos
que entre pelícanos se entienden
pero
entre acantilados y flores solares
está el idioma que buscamos
Los muertos descansan mirando el sol ponerse
y los vivos viven perdiéndose aquel espectáculo
Más allá de Playa Ancha están las respuestas
a muchas de nuestras inquietudes
Gatos que orinan sobre el horizonte
perros que ladran en el abismo de nuestras manos
Entre casas que no existen
y plumas que tampoco existen
Todo es un sueño
un lánguido y empinado sueño
Los cerros trepando entre cordeles y ropa mojada
poblando una palabra que yace
entre las coordenadas actuales de un pelícano
dos esquinas más arriba de este poema
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