28 de abril de 2006

Muralismo en Valparaíso



Avenida Baquedano, cerro Monjas
Abril de 2006

17 de abril de 2006

Simple (poema de Carlos Mellado)

Sabes que me gustaría decirte acostémonos
llevarte en silencio a una cama tranquila
para entibiarla juntos,
juntos no pensar.
Descansando de nada, dejar los átomos
libres,
no pensar:
sin amor ni palabras
solamente sentir que estás ahí sin mentira,
estar juntos a sabiendas,
nadie de nadie porque nadie es de nadie.
Que mis manos se independicen y tu cuerpo diga que sí
(oxígeno alcanza para los dos).
Somos tan de agua
¿para qué pensar?
Tan transitorios somos
¿para qué palabras?
No perdamos el tiempo, ahora que todavía no nos amamos;
tómalo como experiencia, tú, tan científica,
te tomaré como pueda, resbaladiza del mundo.

13 de abril de 2006

El Soneto (definición del soneto)*

Me piden ustedes, que son jóvenes poetas, una opinión sobre el soneto, lo cual me extraña, porque yo creía esa fórmula retórica absolutamente liquidada y sin vigencia alguna.

Hablar del soneto, discutir sobre el soneto, es algo que para mí no tiene ninguna importancia y ningún interés.

No me preocupa el soneto porque preocupó a mis abuelos. Seguir teniendo los mismos problemas de los abuelos me parece algo muy triste y síntoma demasiado grave.

Hay muchos hombres que son abuelos de sus abuelos. Otros querrían ser nietos de sus nietos. Las dos posiciones son falsas. Yo prefiero la segunda. Pero la verdadera es ser hombre de su tiempo vuelto hacia el porvenir, mirando hacia delante y trabajando en el presente para el futuro. Es necesario conocer las experiencias del ayer, no para repetirlas, sino para la seguridad en la marcha hacia nuevos horizontes. Los hombres vueltos hacia el pasado pueden ser historiadores, pero no serán poetas. Poema, poesía, del griego poiem, significa crear, creación, no repetición.

Los que miran demasiado hacia atrás corren el riesgo de convertirse en estatuas de sal; ellos van a llenar la tierra de esas bellas estatuas, las cuales pueden tener cierta atracción, y desde luego es seguro que las irán a lamer todas las vacas del mundo.

¡Qué difícil es para los hombres despegarse del pasado! ¡Cómo les atrae el tiempo ido y acabado! La neblina del ayer parece menos peligrosa que las neblinas del mañana. El hombre es un poltrón y son tan pocos los valientes. En verdad, los audaces producen cierta desconfianza y, aún, antipatía.

¿Por qué no discutimos sobre la actualidad de las golillas o sobre las crinolinas de las señoras, esas campanas que repican llamando a los fieles a cada movimiento de los dos badajos de sus pies seguramente delicados, ágiles, etc.?

¿Qué diríamos si viéramos a una dama con crinolina subiendo a un avión? “Esa señora está loca, se equivocó de tiempo o quiere hacerse la exótica”. Y el avión se vendría abajo creyendo que iba tirado por una pareja de caballos.

El absurdo del anacronismo visto en caricatura cuando se trata del vestir, debería verse igual cuando se trata del fenómeno artístico y poético. ¿Para qué hacer un soneto? Góngora, Quevedo, Lope los hicieron, y muy hermosos, cuando había que hacerlos. Como los hizo Shakespeare, Ronsard y tantos otros. Los grandes maestros fueron grandes creadores, ellos respondieron a su época. Lo esencial de la tradición es hacer como ellos: crear y no imitar. Sentir cada cual las razones profundas de su tiempo, los modos propios de su presente, y dejar testimonio vivo y en potencia actuante para los creadores del futuro.

*Artículo de Vicente Huidobro publicado en la revista “Amargo”, de Santiago de Chile, en 1947, poco antes de la muerte del poeta en Cartagena, el 2 de enero del ’48.

3 de abril de 2006

Libro recomendado: “Cobijo”, de Felipe Ruiz



La crudeza de la pobreza. La cosa rima, pero no es tan superficial como parece. En este poemario, editado por LOM Ediciones, podemos darnos cuenta de ello. Y es que el autor nos presenta en su poesía (muy original por lo demás) una cara terrible de este flagelo, marginada u oculta del país oficial: el hacinamiento.

Partiendo de esa base, y comprendiendo que el entorno es siempre el mismo en estos casos (falta de oportunidades, vicios, indigencia, violencia), Ruiz se conecta con la perpetuidad de los pobres, fenómeno que afecta a casi todos los que nacen en esa condición y que por ese sólo hecho, quedan condenados a vivir así durante toda la vida. En ese ambiente, claro está, aparecen conceptos como el amor, los tabúes y la “inocencia” de la niñez, entre otras apariciones concretas y espectrales.

Con una dureza temática capaz de provocar escalofrío y estremecimiento en un lector sensible, “Cobijo” presenta una escritura muy original y poderosa, que habla por las distintas bocas de sus protagonistas, generando así una poesía dinámica, rítmica y directa, que no cae en la mistificación del asunto, sino todo lo contrario.

Un libro pleno de sensaciones y capacidad evocativa, especial para los amantes de la poesía aburridos de la auto-referencia y que buscan algo de poesía social, original, creativa, y por sobre todo, que tenga algo concreto que decir.

Algunos poemas:

hubo color en las camillas de América nocturna?
hubo una vez solamente una vez la rosa perfumada
o todo bajo el sol que a sombra, siempre penumbra?


el amor fue sólo el beso que nos dieron al parir y antes de morir

la miseria es carnicera per se
comemos el charqui de los que no congelan
el calor de las perreras
compartimos sin equipaje
mediagua y entera motel
nos damos
de rodillas de espalda
de frente
mi padre abuelo
padre y madre

padre e hija
a una cama
nos asimos
nos cansó el hacino
qué caricias
no hicimos roces
patadas
vivimos en una micro
mi crío
mi criado
mi cria tura

el herpes
nos pegamos
los hongos de las uñas
las liendres
garrapatas
el quiltro
a sus crías

qué nos hicimos?
la sopa fría
los hematomas bajo el párpado

y el llanto?

el llanto despacio

que no despierten los vecinos

que no despierte la cría
nos cansó el hacino
vivimos en
una micro
viajando por la mala vía

***

moco
moco de niño
en las mangas
moco en los labios
y en las lenguas
encrostradas de herpes impétigo
moco
moco en los ceniceros
en las salas de esperanza

y todas las mañanas de invierno
llueve moco de niño sobre Santiago

mucosa en los pezones
en los delantales blancos
moscos y mocos de mocosos
con lágrimas
tubérculos secos
y leporinos sollozos
en cola de turno
se contagian como perros los ladridos
se multiplican por mil los llantos
los moscos
los niños enfermos
en las tibias mañanas de invierno
en las moconsultas de Santiago

***

grumos vomita
mientras sueña
con espasmo
los dioses
de su pasado

le empujo los flatos
como si fuera
el otro
que llega borracho


se caga y le cambio

***

los móviles inmóviles
osillos suspendidos
en el aire caliente
pero mi bebé ve mover
el cielo
la tierra bajo sus pies
no sabe
si duerme o muere
porque apenas distingue
la vida
apenas
el vino de la leche

***

no es que mi niño no entienda
es que aún habla el idioma de los animales

respira en esa atmósfera que nos ahogaría
las piedras le susurran sus nombres
hechos con la música de sus ondas en el agua

él comprende el silencio azul
y su dedo indica el canto que forma los ecos de otros ecos

pero su lengua es un pez que olvida el nado
y aprende a caminar
los dioses no le entienden
y mi niño ya no respira en la poesía


***

los prematuros
fueron sólo hernias que brotaron de mi madre
nada más que piedras
otras piedras que arrojar al mar
la pobre ponedora quiso llorar por sus minerales sin alma

pero quién llora piedras?

***

qué pobre leche
me has dado
mamá
se nota que
no te nutrías
como debiste
mi boca sabe
que bebes sopa
la purita no mana de tus mamas (no alcanza)
para tus crías
que te curten los pezones

***

la tormenta destruyó
el nido lárico
brutal farsa
compartimos
con otros de nuestra especia
no parlamos el mapudunzu
nunca oímos el río de la infancia
qué río
un canal pasaba por mi patio
mi abuelo más idiota que sabio
los pájaros conocieron no
nuestros hombres

nadie me espera de vuelta

adiós a la dulce infancia
en las calles de barro
sufrí desde que tengo
memoria
hasta sufrir de memoria
sin saber por qué
nos castigaron
hasta cuando santos

guagua que no llora no mama
perro que ladra no muerde

pero lloré y no mamé por eso ahora ladro y muerdo de rabia

cuando llegué a jugar
los niños
se escondieron
lo sé
los oí reír tras los arbustos
dónde están?

jugando?
están jugando!

desde pequeño conocí el cinturón y su locura

el padre se baja la cremallera
muestra
su verdadera intención
pequeñas plantillas
de hermanos prematuros
siguen
por el camino
hasta mi patio
sus risas
aún tras la brecha
están jugando!
están jugando!
siguieron
los globos de cumpleaños
sin saber
que nunca vinieron
y no eran globos
sino
placentas enfermas de mi madre

mis hermanos idos
lo ignoran
quieren jugar
andan por ahí escondidos
mis hermanas vírgenes
peinan las trenzas pálidas de sus muñecas
para fantasmas fiestas

mis hermanos fueron
piedras
Erinias
heridas
hernias
hemorragias de mi madre
caían lágrimas amnióticas
por todas
sus pérdidas

de las contracciones de su piñata
salieron mis hermanitos de malva
en negro rojo y gris
sangrientos
muertos
antes de vivir

***

cuánta destrucción en los nidos americanos
cuántas patrias arruinadas y marchitas
dónde están mis hermanos consumidos por el ácido?
consumidos, he?


***

qué camino seguirán las cigüeñas
con nuestros bastardos en sus garras
los arrojan
abajo los esperan
cunas de bronce
de mimbre
pesebres
y tiestos de basura

orfelinatos y perreras

***