5 de octubre de 2016

Álbum Familiar


Le cambió la cara, le salieron arrugas
y unas ojeras como cataratas incas;
se leía en sus ojos el mapudungun de ayer
y en los gestos que entregaba se distinguió claramente
la señal del agua. Pero le cambió la cara,
el pelo ya desaparecía, las orejas colgaban tristes;
las manos transpiraban ocaso, y sus labios deslizaban
un tierno lenguaje de partida.

El bastón en un rincón, la cadera quebrada,
la montaña bajo sus pies balanceando piedras;
todas las noches un cargamento negro
se depositaba en sus sueños.

Se requerían sus manos
para la próxima primavera.