9 de mayo de 2016

Estado del arte (fragmento)


Suceden lunas en otras estatuas.
Calcio, sombras que nadie verá,
un viento que suena pero no,
no hay nadie para oírlo entonces
no existe; una amalgama de fuego
y una ventana celeste que como
un gran ojo azul nos observa
en silencio; nada existe ni nosotros
cuando suceden lunas y el calcio
llueve sobre la atmósfera formando
huesos, cavidades, párpados, pies,
dedos suaves, blancos, como los tuyos;
tu gesto recuerda el gesto de la materia,
ardiendo; basta mirar tus ojos, imaginarte,
en la seca longitud de un desierto, pastora,
para pensar irremediablemente en el cosmos,
dramático y mortal para nosotros,
hormigas luminosas del lenguaje.