13 de agosto de 2015

Trinquete


Una cancha, escaleras,
siempre las escaleras,
el olor de siempre del cajón,
el olor personal, los ruidos,
las perforaciones que recordamos
como la libertad, arañándonos,
años luz de la grosería, sin piscolas
mal tragadas, sin las infames
de siempre.

6 de agosto de 2015

10 años


El viejo árbol permanece
al costado del camino:
sus hojas siguen flameando
con la ternura de un niño nuevo.
Así encontré otra vez tus manos,
hablándome en el silente sonido
del cosmos profundo:
un enjambre de estrellas
revolotea ahora por tus dedos
y en el cielo liso está el refugio
de todo el dolor que parieron mis ojos.

“Adiós, adiós, y nada cambia”
decíamos ayer, y hoy, y siempre
y el sentido de todo resultó ser
un globo azul casi líquido,
que como un gran accidente
nos colmó de belleza
frágil y esparcida
en la no explicación
de lo que somos.

Diez años ya de esas lágrimas
de esos poemas al costado de la tumba
como queriendo amarrarte
a la escuálida estancia de las tripas.

La noche siempre tendrá
ese sabor a vino político
con perfil de barricada
y organización libertaria.

Está escrito.

En la periferia
siempre
seremos nietos
encendidos
en el fuego
de la memoria.

Y la vida al final
resultó ser bella:
el amor de los hijos
es el abrazo fraterno
de la humanidad
que siempre
defendiste.

3 de agosto de 2015

Hermanos Vergara


Nos trituraron los sueños:
hoy reposan como flores
en la poza ojo de los hijos.
Nos quemaron las banderas:
hoy vuelven a flamear
como árboles nativos
entre los monocultivos.
Nos reventaron a bombas:
hoy somos bombas de semillas,
en tierra y conciencia.
Nos asesinaron:
pero seguimos pariendo hijos,
múltiples y bellos, iluminados,
con imperfecto perfil de bosque
surgiendo entre la maleza.