19 de abril de 2015

Una poética


Los días finales
tendrán la misma indiferencia
de los árboles tras esta ventana;

recogeré mis herramientas
limpiaré mis huesos
y cogeré el saco de mi vida
con la fría expresión de una semilla;

así como germinando de la nada
por los salobres paisajes
de una poesía sin papel;

la pena no es más que
el tránsito natural hacia
la sensible errancia del tiempo;

mejor comer frutos secos
habitar olimpos de humedad
sembrar recuerdos
y luego olvidarlos 

en un rincón de la pieza.

18 de abril de 2015

Adiós



La sombra
-lo reconozco-
se quedó vagando por ahí
la diviso a veces
en los muros del auditorio
Osmán Pérez Freire
deambulando por calle Florida
en cuclillas hacia la pared
del antiguo consultorio Mena:
me agita sus manos
en algún paradero lejano:
no entiende qué pasó
con su cuerpo:
yo la miro de lejos
y escarbo en mi recuerdo:
no entiendo qué pasó
con mi alma:

el cuerpo nunca será
encontrado

El frágil fragmento
de nuestras heridas
es la desidia de la memoria
colectiva

Sólo un rumor
que se hace sombra
en los agrietados símbolos
de la calle Calvo

10 de abril de 2015

Baila Monstruo /// completo

Una estrella perdida en el fondo de un vaso en el fondo de un bar ubicado al fondo de la noche cuando el fondo del asunto es que estamos solos y no contamos con más calor que aquel sorbo intranquilo de la botella y su fondo lleno de estrellas vivas que deben volar antes de caer por nuestra boca hasta el engendro estómago colmado de gusanos piadosos que nos van devorando y transformando en grotescos poemas que nadie leerá jamás ni se aprenderá frase alguna por muy bien trabajado que esté todo según las leyes góticas de la gramática española

El fondo del asunto es que nos alimentamos de las estrellas como animales oscuros y golpeados porque el fondo de nuestra vida está lleno de golpizas y labios rotos dientes quebrados sangre de narices y garrotes de viejo marcados en nuestra piel y de ahí el polvo de estrellas la botella y el calor del que hablamos aunque a menudo olvidamos todo y nos convertimos en cuchillos y salimos a blandir nuestra decadencia por calles fantasmales habitadas por espectros dispuestos con odio a hacernos frente a nosotros espíritus de la poesía marginada

Escribimos para desgarrarnos para olvidar los golpes de nuestros padres cansados de tanto trabajo y tanta mala vida y tanta mala conducta por eso nos hicieron bolsa a puñetazos correazos escupitajos y palabras obscenas sucias como el alma agusanada de la sociedad nacional que cacarea en la iglesia pervertida o en el partido polítruco sucios todos muy sucios y cansados de nuestra pésima actitud de escaparnos por la ventana para fumar cigarrillos en hojas de biblia y fornicar con nuestras compañeras en las afueras de la ciudad

La juventud fue salvaje pero siempre de soslayo sabíamos que cada tarde había un nuevo color en el horizonte un nuevo pájaro ensayando un canto inconcluso un hermano pequeño que necesitaba de nosotros y de nuestras almas insatisfechas naufragando en el licor del olvido no queríamos camisas de fuerza ni tutores ni sacerdotes con manos de monja masturbona y eso era terrible para los viejos que nos acusaron de radicales herejes y malcriados y ahí vuelta a los golpes vuelta a entrar a esa máquina del miedo donde levantamos nuestra primera poesía

Hacíamos el amor de a tres de a cuatro de a cinco y después sonreíamos comiendo frutas y verduras crudas y nos dolían los labios partidos de tanto lamernos entre sí entonces mirábamos el sol y su dibujo de horizonte y soñábamos con ese viejo poeta en la carretera buscando nada y encontrando todo mientras seguíamos manoseándonos con la ternura de una tribu de perritos de la pradera erectos en dos patas esperando la noche para irnos a nuestra madriguera y volver a tocarnos los jirones rotos sin que nadie nos dijera nada

A mi me golpearon entre tres monseñores me golpeó mi madre en la calle y mi padre me golpeaba a diario con su ausencia pero gracias a él descubrí que la soledad es una corona de silencio perfecta para calmar el latido de mi agrietado corazón dañado al nacer así que empecé a escaparme cada vez más seguido hacia las afueras de la ciudad donde los cerros se levantan como un refugio o un albergue de almas cansadas o perseguidas y ahí encontré a mis amigos y ahí entendí que la vida es una obligación que no debemos aceptar por ningún motivo

Amigos y estrellas me mantienen a salvo en la oscuridad escribiendo con la velocidad de una araña de rincón devorando insectos sucios y mutantes de tanta polución a veces cuando el día está lúgubre me aventuro a salir por las avenidas menos transitadas y me pierdo en los bares pobres del barrio donde fui un niño atroz en una época atroz pidiendo pan afuera de las iglesias donde tantas veces me corrieron los curas por molestar y ofender a los feligreses con la inmoralidad de mis ropas y su escandalosa pobreza brillando bellísima en mis muslos

Fui pobre y lo sigo siendo orgulloso de mis andrajos y de mi poesía que algún día sellará con su pegamento los bordes del mundo como un libro cuya escena final será nuestra lengua de jarabe barato lamiendo la mazmorra de la alfombra social siempre escondidos marginados y señalados como ejemplo de mediocridad flojera y perversión derramándose nuestra sangre en la tinta policial de los periódicos donde cada día uno de los nuestros exhibe su cabeza reventada por un ajuste de cuentas con el infinito que a todos nos espera

El infinito y su hacha decapitando cabezas de los nuestros y de los tuyos y así cada día salen del horno infinito nuevos cadáveres infinitos como testimonio infinito del matadero que somos y hemos sido a lo largo de los siglos tantos y tantos siglos golpeándonos para que finalmente seamos devorados por el sol en un bostezo largo y trágico y verídico que husmearemos luego como polillas fantasmas por los márgenes de lo que fue nuestra aldea gravitacional llena de besos y castigos oscuros tan oscuros como la nada final

Sin embargo nuestros hijos nos aman y aman tomar el martillo y golpear nueces y así sonreímos a pesar de los golpes en la cara que nuestros ancestros practicaban como crianza y severidad tan corrompida como su arcángilo sistema social donde yo y tú querida hija de ojos profundos no sufriremos nunca pues no dañaremos nuestra piel con castigos como ellos dañaron la mía y hoy todo se trata de la traducción de tus lágrimas en lo que puede ser una uva o una vitamina invisible escondida en los recovecos de esta poética

La bolsa de poemas y de pan se arrastra por el aire imaginario de una infancia imaginaria nunca aceptada como tal mientras a lo lejos el viento bajo las campanas tose la sangre de los últimos campesinos asesinados con las herramientas en la mano un idioma un murmullo sin lamento bandada de grillos huyendo de algo que se parece a una sombra pero que no alcanzamos a identificar solamente intuimos que somos señuelo de una criatura siniestra horrenda como una golpiza preparada por años en garages extranjeros a plena luz del día

Bebamos el licor de nuestras heridas déjame lamer esa carne abierta desinfectarte con mi poesía cuyo pegamento te hará volar lejos muy lejos hasta mirar la ciudad desde arriba en forma grotesca e insana para los ojos virtuales del gran hermano y así suceden los espasmos del alma durante un viejo recorrido por la avenida San Ramón tarde en la madrugada jalando costritas molidas retorcidas disfrazadas con el glamour de los travestis bellos tan bellos como el enjambre ritual de las abejas que cultivan la miel en tus ojos

Cae la miel como cae la sangre de mi boca cuando muerdo tu ausencia pero soy criatura de golpes y me levanto con la última visión de ti refulgando y superando el brillo incandescente del aviso publicitario que quema mis ojos cuando tarde en la noche paso por el puente viejo y me pierdo en las poblaciones abandonadas por el derrame tóxico de la industria hace ya cuantos años hace ya cuantas vidas que venimos perdiendo viviendo contaminados y creciendo como larvas de una criatura crónicamente enferma sin ojos ni boca

Hay flores no obstante los pozos derretidos de la piedra fósil y encontramos pedazos del mar cayendo del cielo como escapando de la termotragedia de la minería a gran escala que no perdona vidas ni cosechas y así existimos y nos desviamos del camino para observar desde lejos la nube negra sobre las ciudades que siempre parecen a punto de estallar a punto de quedarse a oscuras tan frágiles con sus multitudes hambrientas de nada seres puñales y psicológicos tan afilados como cierta poesía que nació asesinada

Poesía como mueca del hambre cara de nada que no se puede escribir es incontable su imagen cero posibilidad de detallarle un perfil glorioso así no se combate hay que estar frente a la pared frente a la ciudad recorriéndola como un contrabandista o un músico callejero que no claudica su repertorio combativo sea cual sea la capital del mundo que escuche sus notas sacadas del fondo romántico de nuestros cántaros de greda armados y secados con todas las sangres

Leemos y conversamos cuando las estrellas se abren y la noche es nuestro territorio ahí nos gusta lamernos entre nosotros sintiendo el titileo estelar de un baile de ancestros sexuales latiendo en nuestros órganos tan manchados de sangre como la boca rota de tu rostro perfilado hacia el infinito admiramos la lejanía y sus distancias insalvables presentimos el ocaso del ciclo y husmeamos cactus prohibidos que se nos aparecen en todos los caminos de la cordillera en esas noches en que abrimos los párpados para enjuagar los ojos de tanta maldad

Yo ya olvidé lo que escribí y la poética mutará arrasando estas páginas que ya se fueron junto conmigo en alguna esquina inencontrable de la materia colaborando en silencio con el núcleo del caos en permanente malformación y ahora el estilo de las masas es cortar el césped de la literatura impregnar los labios con jarabe y no tener otra alternativa y así la calle suele repetirse el plato con las almas moribundas que la pueblan sufriendo o escribiendo o tanteando el desastre natural de la belleza que no claudica pero envejece hasta posar su brillo donde todos brillan

Magistralmente enhebrado el lenguaje es una construcción salchicha de un plato ahumado que estaba en oferta cuando subió la bencina y se invadió Libia y gritamos como nunca que sacaran a todos los jueces internacionales a su debido tiempo entregamos en clave la épica que le falta a los días llenos de puré hamburguesado envasado en China con maíz transgénico de Argentina recordando una que otra lágrima ancestral que revitaliza la potencia hace crecer el cabello y termina por engendrar nuevos brotes de nuestra vieja práctica escritural

Arriba la magia de la historia pampina a un costado del camino el verso estrellado de las piedras subliminales y sus abusados abismos psicotrópicos que nos visualizan en torno a un todo majestuoso de estrellas árboles fuentes de agua interminables animales hijos y un sol que nos dora a fuego lento antes de engullirnos ahí en esa contradicción nace la belleza que debemos levantar el circuito nervioso de nuestra memoria histórica con chispas que vuelan y atraviesan el cosmos de nuestra cabeza molde del universo

Volaremos sin saberlo formaremos planetas desintegraciones espectaculares fusiones de átomos o cruces de semillas sencillas en la quietud de Chimbarongo o en la paz de Argelia miraremos desde el precipicio hacia el preámbulo del nuevo ciclo y esperaremos sentados al sol con su máscara de dios único como bien se sabe en estas cordilleras pobladas de mensajes incrustados en la nieve derretida o en estado sólido o simplemente nieve con ese color sobrenatural de la marejada galáctica que puebla también nuestras palabras

Adiós y el instante quedará y volverá así el pasado que siempre visita al futuro y nadie determina el tiempo de nuestra expansión personal en este multiverso ahora adiós solamente a la avenida San Ramón y a la mirada turbia de los espectros odiando nuestras vestimentas tan lúcidas como la herramienta que abrió la metáfora en la materia pensante con soberbia estatura de imagen artística años luz de su bestiario así que escribiremos desde la herida todas nuestras noticias pues como dije anteriormente no tenemos otra salida

Afilada estaca clavada en el pecho de lo occidental tan manchado de ceniza tan boca sangrante de cristo imposible de comprender en su sentimentalismo gore & abracadabra se enciende la hoguera de los siglos y hay que enrollar todos los cigarros en hojas de biblia como ritual de sanación colectiva & abracadabra las almas no las toca el tiempo la poesía será incinerada también en un cigarro como toda fábula del espíritu & abracadabra aquí estás tú con mis alas encumbrado en las alturas

Volverás a mí cerrarás la puerta por dentro te quedarás de nuevo en la madriguera y lamerás mis heridas y cada día nos acercará más a esa caricia final que nos prometimos sin conocer nuestro sexo ni alimentar nuestra panza cuando sólo éramos herida y pegamento con sentido graffiti o literarrota en trenes subterráneos suburbanos y políglotas traductores de fauna y creadores de nada lo cual se contrapone al éxito capital que trata de engullirnos o silenciarnos pero al cual superamos con las entrañas en la mano y un beso con lengua directo en su boca

(...)


2 de abril de 2015

Caída # 4


La extraña armonía
de la soledad

hay algo más allá
de nosotros mismos

un estado de árboles
humedecidos por la poesía

una cancha alejada
de cualquier realidad

un barrio que yace
en la palma de las manos