Una estrella perdida en el fondo de un vaso en el fondo de un bar
ubicado al fondo de la noche cuando el fondo del asunto es que estamos solos y
no contamos con más calor que aquel sorbo intranquilo de la botella y su fondo
lleno de estrellas vivas que deben volar antes de caer por nuestra boca hasta
el engendro estómago colmado de gusanos piadosos que nos van devorando y
transformando en grotescos poemas que nadie leerá jamás ni se aprenderá frase
alguna por muy bien trabajado que esté todo según las leyes góticas de la
gramática española
El fondo del asunto es que nos alimentamos de las estrellas como
animales oscuros y golpeados porque el fondo de nuestra vida está lleno de
golpizas y labios rotos dientes quebrados sangre de narices y garrotes de viejo
marcados en nuestra piel y de ahí el polvo de estrellas la botella y el calor
del que hablamos aunque a menudo olvidamos todo y nos convertimos en cuchillos
y salimos a blandir nuestra decadencia por calles fantasmales habitadas por
espectros dispuestos con odio a hacernos frente a nosotros espíritus de la
poesía marginada
Escribimos para desgarrarnos para olvidar los golpes de nuestros padres
cansados de tanto trabajo y tanta mala vida y tanta mala conducta por eso nos
hicieron bolsa a puñetazos correazos escupitajos y palabras obscenas sucias
como el alma agusanada de la sociedad nacional que cacarea en la iglesia
pervertida o en el partido polítruco sucios todos muy sucios y cansados de
nuestra pésima actitud de escaparnos por la ventana para fumar cigarrillos en
hojas de biblia y fornicar con nuestras compañeras en las afueras de la ciudad
La juventud fue salvaje pero siempre de soslayo sabíamos que cada tarde
había un nuevo color en el horizonte un nuevo pájaro ensayando un canto inconcluso
un hermano pequeño que necesitaba de nosotros y de nuestras almas insatisfechas
naufragando en el licor del olvido no queríamos camisas de fuerza ni tutores ni
sacerdotes con manos de monja masturbona y eso era terrible para los viejos que
nos acusaron de radicales herejes y malcriados y ahí vuelta a los golpes vuelta
a entrar a esa máquina del miedo donde levantamos nuestra primera poesía
Hacíamos el amor de a tres de a cuatro de a cinco y después sonreíamos
comiendo frutas y verduras crudas y nos dolían los labios partidos de tanto
lamernos entre sí entonces mirábamos el sol y su dibujo de horizonte y
soñábamos con ese viejo poeta en la carretera buscando nada y encontrando todo
mientras seguíamos manoseándonos con la ternura de una tribu de perritos de la
pradera erectos en dos patas esperando la noche para irnos a nuestra madriguera
y volver a tocarnos los jirones rotos sin que nadie nos dijera nada
A mi me golpearon entre tres monseñores me golpeó mi madre en la calle
y mi padre me golpeaba a diario con su ausencia pero gracias a él descubrí que
la soledad es una corona de silencio perfecta para calmar el latido de mi
agrietado corazón dañado al nacer así que empecé a escaparme cada vez más
seguido hacia las afueras de la ciudad donde los cerros se levantan como un
refugio o un albergue de almas cansadas o perseguidas y ahí encontré a mis
amigos y ahí entendí que la vida es una obligación que no debemos aceptar por
ningún motivo
Amigos y estrellas me mantienen a salvo en la oscuridad escribiendo con
la velocidad de una araña de rincón devorando insectos sucios y mutantes de
tanta polución a veces cuando el día está lúgubre me aventuro a salir por las
avenidas menos transitadas y me pierdo en los bares pobres del barrio donde fui
un niño atroz en una época atroz pidiendo pan afuera de las iglesias donde
tantas veces me corrieron los curas por molestar y ofender a los feligreses con
la inmoralidad de mis ropas y su escandalosa pobreza brillando bellísima en mis
muslos
Fui pobre y lo sigo siendo orgulloso de mis andrajos y de mi poesía que
algún día sellará con su pegamento los bordes del mundo como un libro cuya
escena final será nuestra lengua de jarabe barato lamiendo la mazmorra de la
alfombra social siempre escondidos marginados y señalados como ejemplo de
mediocridad flojera y perversión derramándose nuestra sangre en la tinta
policial de los periódicos donde cada día uno de los nuestros exhibe su cabeza
reventada por un ajuste de cuentas con el infinito que a todos nos espera
El infinito y su hacha decapitando cabezas de los nuestros y de los
tuyos y así cada día salen del horno infinito nuevos cadáveres infinitos como
testimonio infinito del matadero que somos y hemos sido a lo largo de los
siglos tantos y tantos siglos golpeándonos para que finalmente seamos devorados
por el sol en un bostezo largo y trágico y verídico que husmearemos luego como
polillas fantasmas por los márgenes de lo que fue nuestra aldea gravitacional
llena de besos y castigos oscuros tan oscuros como la nada final
Sin embargo nuestros hijos nos aman y aman tomar el martillo y golpear
nueces y así sonreímos a pesar de los golpes en la cara que nuestros ancestros
practicaban como crianza y severidad tan corrompida como su arcángilo sistema
social donde yo y tú querida hija de ojos profundos no sufriremos nunca pues no
dañaremos nuestra piel con castigos como ellos dañaron la mía y hoy todo se
trata de la traducción de tus lágrimas en lo que puede ser una uva o una
vitamina invisible escondida en los recovecos de esta poética
La bolsa de poemas y de pan se arrastra por el aire imaginario de una infancia
imaginaria nunca aceptada como tal mientras a lo lejos el viento bajo las
campanas tose la sangre de los últimos campesinos asesinados con las
herramientas en la mano un idioma un murmullo sin lamento bandada de grillos
huyendo de algo que se parece a una sombra pero que no alcanzamos a identificar
solamente intuimos que somos señuelo de una criatura siniestra horrenda como
una golpiza preparada por años en garages extranjeros a plena luz del día
Bebamos el licor de nuestras heridas déjame lamer esa carne abierta
desinfectarte con mi poesía cuyo pegamento te hará volar lejos muy lejos hasta
mirar la ciudad desde arriba en forma grotesca e insana para los ojos virtuales
del gran hermano y así suceden los espasmos del alma durante un viejo recorrido
por la avenida San Ramón tarde en la madrugada jalando costritas molidas
retorcidas disfrazadas con el glamour de los travestis bellos tan bellos como
el enjambre ritual de las abejas que cultivan la miel en tus ojos
Cae la miel como cae la sangre de mi boca cuando muerdo tu ausencia
pero soy criatura de golpes y me levanto con la última visión de ti refulgando
y superando el brillo incandescente del aviso publicitario que quema mis ojos
cuando tarde en la noche paso por el puente viejo y me pierdo en las
poblaciones abandonadas por el derrame tóxico de la industria hace ya cuantos
años hace ya cuantas vidas que venimos perdiendo viviendo contaminados y
creciendo como larvas de una criatura crónicamente enferma sin ojos ni boca
Hay flores no obstante los pozos derretidos de la piedra fósil y
encontramos pedazos del mar cayendo del cielo como escapando de la
termotragedia de la minería a gran escala que no perdona vidas ni cosechas y
así existimos y nos desviamos del camino para observar desde lejos la nube
negra sobre las ciudades que siempre parecen a punto de estallar a punto de
quedarse a oscuras tan frágiles con sus multitudes hambrientas de nada seres
puñales y psicológicos tan afilados como cierta poesía que nació asesinada
Poesía como mueca del hambre cara de nada que no se puede escribir es
incontable su imagen cero posibilidad de detallarle un perfil glorioso así no
se combate hay que estar frente a la pared frente a la ciudad recorriéndola
como un contrabandista o un músico callejero que no claudica su repertorio
combativo sea cual sea la capital del mundo que escuche sus notas sacadas del
fondo romántico de nuestros cántaros de greda armados y secados con todas las
sangres
Leemos y conversamos cuando las estrellas se abren y la noche es
nuestro territorio ahí nos gusta lamernos entre nosotros sintiendo el titileo
estelar de un baile de ancestros sexuales latiendo en nuestros órganos tan
manchados de sangre como la boca rota de tu rostro perfilado hacia el infinito
admiramos la lejanía y sus distancias insalvables presentimos el ocaso del
ciclo y husmeamos cactus prohibidos que se nos aparecen en todos los caminos de
la cordillera en esas noches en que abrimos los párpados para enjuagar los ojos
de tanta maldad
Yo ya olvidé lo que escribí y la poética mutará arrasando estas páginas que ya
se fueron junto conmigo en alguna esquina inencontrable de la materia
colaborando en silencio con el núcleo del caos en permanente malformación y
ahora el estilo de las masas es cortar el césped de la literatura impregnar los
labios con jarabe y no tener otra alternativa y así la calle suele repetirse el
plato con las almas moribundas que la pueblan sufriendo o escribiendo o
tanteando el desastre natural de la belleza que no claudica pero envejece hasta
posar su brillo donde todos brillan
Magistralmente enhebrado el lenguaje es una construcción salchicha de
un plato ahumado que estaba en oferta cuando subió la bencina y se invadió
Libia y gritamos como nunca que sacaran a todos los jueces internacionales a su
debido tiempo entregamos en clave la épica que le falta a los días llenos de
puré hamburguesado envasado en China con maíz transgénico de Argentina
recordando una que otra lágrima ancestral que revitaliza la potencia hace
crecer el cabello y termina por engendrar nuevos brotes de nuestra vieja
práctica escritural
Arriba la magia de la historia pampina a un costado del camino el verso
estrellado de las piedras subliminales y sus abusados abismos psicotrópicos que
nos visualizan en torno a un todo majestuoso de estrellas árboles fuentes de
agua interminables animales hijos y un sol que nos dora a fuego lento antes de
engullirnos ahí en esa contradicción nace la belleza que debemos levantar el
circuito nervioso de nuestra memoria histórica con chispas que vuelan y
atraviesan el cosmos de nuestra cabeza molde del universo
Volaremos sin saberlo formaremos planetas desintegraciones
espectaculares fusiones de átomos o cruces de semillas sencillas en la quietud
de Chimbarongo o en la paz de Argelia miraremos desde el precipicio hacia el
preámbulo del nuevo ciclo y esperaremos sentados al sol con su máscara de dios
único como bien se sabe en estas cordilleras pobladas de mensajes incrustados
en la nieve derretida o en estado sólido o simplemente nieve con ese color
sobrenatural de la marejada galáctica que puebla también nuestras palabras
Adiós y el instante quedará y volverá así el pasado que siempre visita
al futuro y nadie determina el tiempo de nuestra expansión personal en este
multiverso ahora adiós solamente a la avenida San Ramón y a la mirada turbia de
los espectros odiando nuestras vestimentas tan lúcidas como la herramienta que
abrió la metáfora en la materia pensante con soberbia estatura de imagen
artística años luz de su bestiario así que escribiremos desde la herida todas
nuestras noticias pues como dije anteriormente no tenemos otra salida
Afilada estaca clavada en el pecho de lo occidental tan manchado de
ceniza tan boca sangrante de cristo imposible de comprender en su
sentimentalismo gore & abracadabra se enciende la hoguera de los siglos y
hay que enrollar todos los cigarros en hojas de biblia como ritual de sanación
colectiva & abracadabra las almas no las toca el tiempo la poesía será
incinerada también en un cigarro como toda fábula del espíritu &
abracadabra aquí estás tú con mis alas encumbrado en las alturas
Volverás a mí cerrarás la puerta por dentro te quedarás de nuevo en la madriguera y lamerás mis heridas y cada día nos acercará más a esa caricia final que nos prometimos sin conocer nuestro sexo ni alimentar nuestra panza cuando sólo éramos herida y pegamento con sentido graffiti o literarrota en trenes subterráneos suburbanos y políglotas traductores de fauna y creadores de nada lo cual se contrapone al éxito capital que trata de engullirnos o silenciarnos pero al cual superamos con las entrañas en la mano y un beso con lengua directo en su boca
(...)