15 de abril de 2013

Nocturno


Primero una suave sonrisa;
después tus ojos, categóricos,
señalando la ruta de mi lengua,
buscando el refugio de mis palabras,
atesorando el eco de ellas, dejándote
hermosa como una mirada hacia la lluvia;
después el sueño, la imagen,
el campo solitario y su lámpara encendida,
diciéndole a la niebla esta es nuestra aldea,
aquí están nuestros huesos,
listos para la primavera.