29 de noviembre de 2011

Incertidumbre

Habla Elena

Por un varón perdido en los
baños de la parte baja de la
ciudad, un rojo pajarito algo
triste pero encantador con
sus pelitos tan semimorados
y faunitos como el efecto de
su canto en mis domingos,
cuando el varón perdido en
los baños de la parte baja
de la ciudad respira profundo
y no sabe si vestirse rápido o
esperar y ver que pasa, y yo
entonces escucho su respiración
que no encuentra el momento
y cicatrizo de a poco, así de
cerca estoy de sus pieles y
de su avalancha amarilla de
fuego y botellas quebradas,
en una época que se quedó
dormida como el otoño que
se lo llevó entre secreteos de
sapos funcionarios borrachos,
perros sueltos babeando por
las calles que antes recorrimos
rumbo al bar o a la cama, donde
yo escuchaba su respiración y
cerraba los ojos esperando sus
brazos en mi espalda.


...

13 de noviembre de 2011

Recuerdo

- ¿Qué es un rito? - dijo el principito.
- También es algo demasiado olvidado - dijo el zorro. Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Por ejemplo, entre mis cazadores hay un rito. Los jueves bailan con las chicas del pueblo. ¡Entonces los jueves son días maravillosos! Voy a pasearme hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.


(...)

5 de noviembre de 2011

Contorno

Llevo años recorriendo aceras sucias, vagos momentos de lucidez y pequeñas postales mentales de días nublados, secos, como frutos secos y humo de alquitrán, pequeños espacios abiertos en el cielo, jugosos y emotivos recuerdos que siempre juegan en contra, que siempre patean las costillas del sentimiento y nos dejan tirados en una poza de palabras sin sentido, formas que serán quemadas, enterradas, olvidadas, cazadas por un ave de rapiña o devoradas por el silencio del gusano, por la baba insomne del caracol de la noche que contornea todas las angustias del universo, esa nada sin faroles ni fogatas, esa nada que borramos cada día, con nuestros poemas, con nuestras imágenes de labio rojo, con las manos abiertas como una hoja nueva, en un jardín lleno de flores hijas, tranquilas, serenas, con rocío cósmico en las piedras mejillas de sus abismos espectaculares, infinitos como la llamarada del apocalipsis.

(...)