20 de agosto de 2008

Pos-mortem

Llévame a la ciudad sin límites
Déjame en sus calles de adoquines
Levántame en un macetero
Permíteme el sol del mediodía
La dulce fragancia de la población

Cárgame como libro
en un rincón de tu bolso

Y recuérdame en cada beso
que veas en la calle



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