31 de enero de 2006

Pela-cable (inédito)

Las luces del puerto se encienden nuevamente
como todos los días del siglo
como todas las tardes
sólo que esta vez una micro olvidó su recorrido
y se perdió entre los pasajes de tierra de Montedónico
nadie sabe nada de sus pasajeros
ni de su chofer
ni de sus motivos
a la ciudad no le importan las micros perdidas
la ciudad prefiere ver los colores de la tarde que se repiten
igual que la ropa tendida entre las casas
moviéndose siempre entre la brisa húmeda del océano
o igual que los perros
que suelen tener un perfil de espíritu pobre
y más de una garrapata torturándoles la existencia

La ciudad no se hace cargo de nada
prefiere sentarse y mirar sus calles tan disímiles
algunas llenas de pies y manos y cabezas
otras vacías de toda sombra
de todo aliento
a nadie le importan las micros que se pierden
y menos si ésta
iba llena de pobres

Solamente a un poeta
se le puede ocurrir pensar una historia semejante

27 de enero de 2006

Aquella ventana...

Me limpio la cara
duermo
me voy soñando
que vuelvo a mi cama
a mi tiempo solitario
a mi aprendizaje inicial
sin botellas rotas
ni salvajes lenguas
rompiendo mi boca.

25 de enero de 2006

En busca del discurso perdido (por Juan Cameron)*

La segunda publicación de Absalón Opazo, Periferia, aporta varias declaraciones de principios que, es de esperar, conformen el estilo de este joven poeta porteño. Aparecido bajo el sello de Editorial La Cáfila este 2005 -dato no consignado en la edición- el volumen está conformado por tres secciones: Alturas, Periferia y Epílogo, que dan razón a su discurso. En él, el poeta realiza un denotado intento por hacerse cargo de la cuestión social, aparentemente olvidada y poco importante. Se trata más bien de un asunto victimado por los medios de comunicación masiva y por el poder, ambos coludidos o vinculados al monstruo de siete cabezas mercado que estrangula a este país.

No es el único en este momento, claro; pero su escritura es técnicamente más desarrollada y no se fundamenta en el mero motivo. Esta toma de posiciones en Opazo, valiente por lo demás (en el campo de las artes), viene precedida por algunas declaraciones de principios y contiene a la vez aciertos y asperezas que requieren ser observados.

En lo formal nos precisa: “Este libro no tiene aspiraciones artísticas. Es un emblema de grito, de desgarro y resentimiento. Herida abierta de par en par tras una batalla campal”. El epígrafe no puede tomarse al pie de la letra toda vez que la escritura se presenta ante el lector bajo los cánones de la poesía, con un ritmo particular y una estructura reconocible. En cuanto a su contenido, la advertencia de página 9, también inicial, oculta un rasgo de solemnidad y una seria proposición o señal de ruta: “estampo la historia de mi palabra/ como un legado de piedra virgen/ que se entrega a los pies del mundo”. Su lectura no acepta otra interpretación. El poeta tiene un rol y una responsabilidad tribal: es el vocero, el “werkén”. En cierto sentido es o se asume como el elegido para señalar con su palabra. La intención estética supera entonces su necesidad de construir el verso como un arma, como el emblema del grito señalado con anterioridad.

El primer acierto a destacar, como se indicó más arriba, es su voluntad de hacerse cargo de un discurso vacante. Tal como los poetas santiaguinos asaltan la ciudad a través del lenguaje publicitario y de “la pobla”, en un sentido por lo demás posmoderno, Opazo lo rescata desde una visión anterior, más acorde a la realidad. En la segunda sección del libro, incorpora una clara declaración de combate: “Por ellos/ por nosotros y por los que vendrán/ botellas al aire/ piedras y poesía/ barricada y apagón”. Su voluntad de ser actor de este proceso, anunciada en página 87, “Sobre el autor”, sindica un proceso de lectura y formación necesario en el oficio.

En este sentido, cuando el poeta supera los errores comunes a todos quienes empiezan, consigue un verso limpio y al mismo tiempo pleno de capacidad evocativa: “La radio informa/ graves incidentes en la periferia/ pero en el centro todo está normal/ vaya al mall/ al supermercado/ no se preocupe/ los vándalos están lejos de aquí/ en sus suburbios”. A la vez, la evidente búsqueda de un ritmo propio hace más notoria esta observación.

Sin embargo, Absalón Opazo debe aún limar ciertas asperezas; proceso al cual contribuye sin duda tanto la lectura de sus pares como una construcción más acuciosa del verso. Leerlos en voz alta en silencio y soledad, en el gabinete del doctor Caligari, se hace ya indispensable luego de un segundo libro. Una mejor limpieza de adjetivos, gerundios, distribución del acento inicial del verso y eliminación de puntos suspensivos son cuatro normas para un buen comienzo y para destacar las ventajas de su talento. Y, aunque nos parezca acertado atribuir al poeta el papel de brujo de la tribu, es necesario también reírse un poco de la solemnidad, ese corset que ahoga la respiración en el verso. Es cierto que el dolor duele y que la estupidez es permanente; pero no olvidemos la propuesta de Enrique Lihn (y no de Nicanor Parra, sin embargo) acerca de "el hueveo como factor de lucha".

Esta notoria falta de ironía parece una característica generacional que afecta a casi la totalidad de los novísimos exponentes en el género. Una visión más relajada le permitirá acceder al juego, sin duda un elemento fundamental para descubrir los vasos comunicantes entre una palabra y otra. Aún cuando el autor insista en carecer de aspiraciones artísticas.

Absalón Opazo Moreno nació en Valparaíso, en 1978. Con anterioridad ha publicado Agreste Urbano, el año 2003. Esta reciente edición, de buen tamaño y diseño de portada, viene ilustrada con fotografías de César Pincheira y Marcelo Conejeros, ambos del colectivo Huelladigital.cl.


* Artículo publicado en el semanario "Liberación" de Suecia, y en www.granvalparaiso.cl

24 de enero de 2006

Saludamos al poeta Felipe Ugalde...

... por la publicación de su poemario "CEMENTERIO $250 TORPEDERAS"...

Este trabajo se encuentra disponible en la librería "Ivens", ubicada en el sector de la plaza Aníbal Pinto de Valparaíso, a sólo 2 mil pesos. Además, pueden visitar

www.laverdemar.blogspot.com

para conocer más acerca del trabajo de Felipe.

CEMENTERIO $250 TORPEDERAS (POEMARIO)
HOMBRE RANA EDICIONES
COLECCION SUMERGIENDO 2005.

Salud poeta!

18 de enero de 2006

Entrégate (de Agreste Urbano, 2003)

Te amaré bajo la lluvia
si me regalas tu cuerpo.
Debes darme tus pechos,
alzados y redondos
en la quietud de tu tórax:
debes entregar tus caderas
a la mano de mi arte
y debes ceder tu entrepierna
a los designios de mi sangre.
Debes ser mía entera.
Sólo así la lluvia esculpirá la piedra
y en ella aparecerá la lengua
de los que antes amaron aquí;
yo sé que estuviste con ellos,
pero ahora tus ojos serán míos,
y tus labios pertenecerán
a la estancia de mi poesía:
yo te amaré con la fuerza de un viento
y cada gota de agua
que resbale por nuestros besos
llevará la semilla de este amor
hasta los grados cavernarios de la tierra.
Por eso dame tu cuerpo entero,
ahora mujer, ahora mujer,
para tocarlo, para olerlo,
para sentirlo y escarbarlo;
para que por fin seas flor y no maleza
en las inmensidades del planeta humano.