6 de diciembre de 2005

Una madrugada cualquiera... en la punta de un cerro...

Luz pétrea de la luna
reflejo de azules infinitos
aguacero de sombras blancas
perfil de madrugada solemne
bahía ancha de rumores
en luces prendidas de tiniebla.
Fulgor antártico en el amanecer
y en el aire
el cosmos
la vía láctea
el aroma de las estrellas
escondiéndose y bajando
entre las escaleras y los pasajes.
A media luz aparece el universo
y se da una vuelta por Valparaíso
y cuando el hombre se hace ojo
su magia vuelve al viento
doblando la esquina, hacia arriba.